Sunday, January 8, 2017

Las eternas cebollas caramelizadas

Hay aromas que impregnan la cocina y la boca. Uno de ellos son las cebollas caramelizadas.

Caramelizar cebollas es cocinarlas lentamente en aceite de oliva y mantequilla hasta que estén ricamente doradas.

Las recuerdo vivamente desde mi niñez pues presagiaban un buen plato de carne (lo que no era muy usual entonces).

Se hacían en forma sencilla en una sartén que ha visto muchos aceites a lo largo de los años y que recibe esta vez, con aceite y mantequilla (y con cariño), las cebollas, en corte pluma un tanto rústico, y ajos finamente picados.

Se les ponía a medio cocer un poco de vino (el que estuviera a mano) se si comenzaban a secar.

Deliciosas.

Había que hacer porciones grandes, ya que como buenos cebolleros, nos gustaba comerlas no solo acompañando el bistec sino también solas con pan.

Caramelizar es una maravillosa manera de maximizar el sabor del más simple de los ingredientes.
Las cebollas son naturalmente dulces. Al cocinarlas lentamente por un tiempo prolongado,los azúcares naturales se caramelizan y cobran un sabor y aroma intensos.

Experimentar con cebollas amarillas, blancas y rojas, incluso con mezclas de cebollas. Usarlas sobre carne, para la sopa de cebolla, en tartas, pizzas o como salsa de cebolla o, simplemente, comerlas con pan. Hoy con vinagre balsámico se les agrega un toque europeo.


Me gusta tomar 3 a 5 cebollas medianas, rojas, amarillas o blancas; 3 cucharadas de aceite de oliva de calidad; 2 cucharadas de mantequilla (margarina jamás); 1 cucharadita (5ml) de sal; 1 cucharadita de pimienta cayena o merken; 3 a 5 dientes de ajo finamente picados; 1 cucharadita de orégano seco; 1 cucharada (15 ml) de vinagre balsámico.

Con todo esto preparado y en misse en place (cada cosa en su lugar, es decir, los ingredients ya listos y en diferentes recipients, de los que hay que tener muchos y de diversos tamaños) procedo a:

1) Pelar las cebollas, cortarlas por la mitad y en rebanas de 1/2 centímetro/ 0.20 pulgadas.


2) Calentar el aceite de oliva y la mantequilla (una cucharada por cebolla) en una sartén amplia de fondo grueso; añadir las rodajas de cebolla y el ajo, revolver y cubrir bien con el aceite/ mantequilla, distribuir sobre la sartén y dejar cocer, revolviendo ocasionalmente. Espolvorear sal y pimienta cayena o merkén.

3) Cocinar a fuego medio bajo. Dejar cocer durante 30 minutos revolviendo de vez en cuando y agregado vino para evitar que las cebollas se sequen.  Cocinar lo suficiente para dorar, sin revolver demasiado para que tomen color sin quemarlas. Añadir más aceite si es necesario. Agregar orégano.


4) Al final añadir vinagre balsámico o vino para desglasar la sartén y dar sabor adicional a las cebollas.

Se pueden refrigerar durante varios días en recipiente hermético (aunque en mi experiencia nunca he visto que haya quedado nada para guardar).

©Hernan L. Fuenzalida-Puelma, 2016

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