Tuesday, October 16, 2018

Berenjenas














Era una delicia preferida en la mesa de la abuela catalana
—un misterio de sorpresas para los que la visitábamos de cuando en cuando— la fuente con berenjenas y pimentones en aceite, su escalivada, que compartía la mesa con las fuentes de escabeche de pejerrey o perdiz, un pocillo de aioli o aceitunas, las jarras de vino y la panera.

Desde entonces el sabor de la berenjena tiene una profundidad que va más allá de los sentidos y constituye un alimento fundamental que acompaña a todo.

Los ingredientes son:
Berenjenas y pimentones en número igual; con uno de cada uno se obtiene bastante cantidad, al punto de poder guardar la escalivada en el refrigerador por varios.
Aceite.
Se puede usar sal, pero parece innecesaria.

La preparación es bastante rápida. Se pone a la llama las berenjenas y los pimentones y se los gira varias veces para que se les vaya quemando la piel a todo alrededor. Una vez que la piel esté casi chamuscada, y para no quemarse las manos, se envuelve individualmente en una bolsa de plástico cada una de las berenjenas y pimentones y se les quita la piel frotándolos.

Una vez pelados se los corta a lo largo en tajadas más o menos gruesas, como se prefiera; se los pone en una fuente honda y se les agrega bastante aceite de oliva para que queden bien cubiertos.

Se los puede comer inmediatamente o cuando estén fríos. Acompañan estupendamente a las carnes y los pescados, pero son excelentes con un buen pedazo de pan.

El aceite que queda se lo puede usar para sazonar otras verduras cocidas, ensaladas y guisos. Preferible es, por cierto, untar el pan en el fondo de la fuente vacía y regustar hasta el último momento los sabores combinados de la berenjena, el pimentón en el aceite.