Tuesday, October 17, 2017

Empanadas de queso

Sin negarles a las empanadas de horno su primacía en la cocina tradicional chilena hay que reconocer que en el recuerdo de la mesa familiar tienen mayor valor las empanadas fritas, las de carne, las de mariscos y sobre todo las de queso.

Festivo era siempre en casa el almuerzo que las incluía como primer plato.

Para que ninguna se enfriara antes de comerlas, iban llegando a la mesa en azafate en tandas de una por cabeza a medida que las iban friendo en la cocina . Porque la delicia estaba en morder, cuidadosamente para no quemarse, una punta de la medialuna de masa crujiente y dejar salir la bocanada de aire ardiente antes de darle el segundo mordisco y hacer que el queso derretido formara un largo cordón elástico al retirar la empanada de la boca lo más lejos posible.

Ese hilo de queso, que no había de romperse, le añadía al acto de comer un carácter lúdico, de competencia: triunfaba el que se iba comiendo de a poco el queso más extendido sin que se cortara.

De dos o tres mordiscos la empanada estaba devorada. El queso derretido, combinado con la masa frita llenaban la boca de sabor y textura deliciosos.

Dos, tres, cuatro empanadas no bastaban para satisfacer el goloso deseo y prolongar el encanto del truco mágico del queso extendido hasta donde alcanzaba el brazo. El aroma persistía en el comedor incluso cuando el azafate vacío ya no volvía de la cocina con más empanadas recién fritas.

El plato siguiente, fuera lo que fuera, resultaba--no hace falta decirlo--insípido y desdeñable.



La receta para estas empanadas,que se fríen en aceite bien caliente, consiste básicamente en la masa y el queso (el que se prefiera) con que se arman las empanadas teniendo cuidado de que al cerrarlas no les quede aire adentro.

Los ingredientes para la masa son:

                                    4 tazas de harina
                                    4 cucharadas (soperas) de manteca derretida
                                    1 cucharadita de polvos de hornear
                                    1 taza de salmuera caliente

En un bol se mezcla la harina con el polvo de hornear y se les echa la manteca caliente a punto de hervir y la salmuera, también caliente. Se amasa bien y antes de que se enfríe la masa se la estira con el uslero (rodillo de amasar) y se corta en los círculos con que se forman las empanadas rellenas de un trozo de queso.