Nuestro proyecto ha suscitado en una amiga nuestra memorias de su propia infancia en Francia, y al compartirlas con nosotros como un comentario enriquecedor de la experiencia gastronostálgica, lo ha hecho con un texto que no podemos no compartir.
Así, aquí va una memoria gastronómica francesa que, de un modo indirecto, nos lleva a recordar esa cocina de la vecina francesa amiga de la abuela donde gozamos no pocos momentos de aromáticas preparaciones.
1953 en un rincon del norte de Francia
La blanquette de veau
Agosto. En el patio cuadrado de gran tamaño de la Villa de los Florin, cuatro niños (10, 9, 8 y 7 años), hermanos y hermanas, dos varones y dos niñas, cualquiera que sea el clima, juegan al croquet, un juego al aire libre que el abuelo ha instalado permanentemente fuera de la casa con el fin de que los niños no estén en las piernas de la cocineras para chequear o degustar. Juegan con gusto. Hay una mezcla de risas e insultos:
--Tu, un tramposo de fama! no has atravesado la campana (el nombre para el arco en el medio 'la cloche') lo he visto, has pasado al lado, no es justo.
Al fondo a la derecha se halla el gallinero. El gallo "Coco" majestuoso rasca el suelo dominando su harem. La budleia está cubierta de mariposas. Cerca de la lavandería el olor pimientado de los tagetes casi intoxica el aire.
La ventana de la cocina está abierta, por la cual se filtra un aroma que compite con la fragancia de las begonias, un olor más intenso pero difuso. La nariz de los chiquitos cosquillea.
La mayor que tiene trenzas grita'Blanquette de veau".
Deja el juego y se va hasta la cocina. Cuando abre la puerta un aroma muy suave la recibe. Las abuelas preparan el almuerzo casi en silencio. En su sillón (el sillon de Maman Lea con orejas) la bisabuela está pelando patatas y la otra, Maman Gaby, está mezclando la salsa. El perejil, romero y tomillo cortados del jardín hace 30 minutos por Lucien el jardinero, llena la cocina y los trozos de ternera hierven despacio. Con una cucharita la niña prueba y disfruta. Chupándose los labios se va y regresa al juego de croquet en el jardín, en la hermosa tarde del verano.
Anne-Marie Kittler-Bazelaire
Lindo texto,q bueno q lo compartas.La blanquet de veau la aprendí a preparar con mi cuñada,hija de francesa legítima.m e ha despertado la gula y ya quiero prepararla.
ReplyDeleteLindo texto,q bueno q lo compartas.La blanquet de veau la aprendí a preparar con mi cuñada,hija de francesa legítima.m e ha despertado la gula y ya quiero prepararla.
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