No era el desayuno una de las comidas más variadas en casa, especialmente el desayuno del domingo. Tenía éste dos características casi constantes: el que se lo servía a la cama y que, tal vez por lo mismo, constaba de solamente la consabida taza de té con leche (con más o menos leche según el gusto de cada uno: a mí me gustaba con muy poca) y la deliciosa y esponjosa tortilla de perejil doblada en dos dentro de un cuarto de marraqueta de pan batido, untadas sus dos tajadas con mantequilla al gusto de cada uno (gustos que, por cierto, como los de la cantidad de leche y azúcar en cada taza de té sabían muy bien y respetaban perfectamente quienes tan cariñosa y deliciosamente nos preparaban el desayuno dominical que nos subían al segundo piso).
Único día en que no teníamos que levantarnos temprano para ir al colegio, porque el sábado se iba a clases por la mañana, los domingos nos quedábamos durmiendo, enredados en las sábanas, hasta a veces tan tarde que el té y la tortilla se nos enfriaban lastimosamente esperando en el velador. Las mejores mañanas de domingo eran aquéllas cuando con los ojos medio cerrados por no despertar del todo, nos comíamos el sandwich de tortilla caliente y el té lo bebíamos también a una temperatura agradable. El resto del sueño matinal, al que volvíamos una vez sabereado el desayuno, era así incomparablemente grato.
Los ingredientes y el preparado de este desayuno son mínimos y básicos.
La taza de té, que en casa fue la acostumbrada al desayuno y las onces, se preparaba, como se ha de preparar toda taza de té digna de beberse: poniendo en la tetera, previamente entibiada con agua caliente, una cucharadita de té suelto por cada taza que se quiere servir y una más para la tetera. Se deja reposar unos segundos el té en la tetera antes de echarle agua recién hervida en cantidad correspondiente. Se espera unos minutos y se sirve. La leche, a temperatura normal, se le agrega al té ya servido en la taza. El azúcar se puede agregar al último.
Para cada tortilla individual se necesita un huevo y una cucharada de perejil picado. Sal, pimienta, mantequilla y poquísimo aceite para el sartén. Un cuarto de marraqueta de pan batido* tostado se usa para el sandwich.
El pan se pone a tostar mientras se bate el huevo con la pimienta y la sal; se le agrega el perejil a punto de poner la mezcla en el sartén caliente apenas untado con muy poco aceite. Se dobla la tortilla antes de que se cueza demasiado y se sirve entre las dos tajadas de pan recién tostado y emnantequillado.
Se la come a dos manos, sin necesidad de usar cubierto.
*http://www.recetasgratis.net/Receta-de-Pan-batido-marraqueta-chilena--receta-11766.html
Perfecta la receta.Hasta puedo sentir el olor del desayuno dominguero y los pasos suavecitos de la Clorita entrando al dormitorio.
ReplyDeletePerfecta la receta.Hasta puedo sentir el olor del desayuno dominguero y los pasos suavecitos de la Clorita entrando al dormitorio.
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